Desde mediados de Noviembre, el paso de aves en migración continúa en el humedal de Atapuerca. Cada vez con frío más intenso, lluvias e incluso alguna nevada, el invierno se va colando por estas tierras mientras miles de aves continúan su largo viaje migratorio atravesando este humedal situado en el corredor de la Bureba.
Por fortuna, este hermoso lugar de 16 hectáreas de agua les espera para ofrecerles la tranquilidad y el alimento necesario para su descanso y recuperación antes de continuar su largo viaje hacia el sur.
También las especies invernantes se preparan ya para pasar aquí el largo y duro invierno que caracteriza a la meseta castellana.
El pasado 11 de Noviembre, Diego Santamaría y Javier Otal comprobaban como se va incrementando el número de anátidas y Diego nos resumía como especies migratorias y especies invernantes conviven estos días en las Lagunas de Atapuerca
Las rapaces que ya están presentes en la provincia , y con una presencia importante en Atapuerca son los Milanos reales que vigilan este vasto territorio con su vuelo imponente. Junto a ellas pasa veloz algún gavilán y un joven azor que deja "huella" desplumando su merienda muy cerca del segundo observatorio.
En cuanto a paseriformes pueden observarse lavandera blanca, bisbita pratense, ruiseñor bastardo, tarabilla común, escribano cerillo, zorzal charlo, verderón común y, como todos los años en estas fechas grandes agrupaciones de estornino pinto y negro, formando impresionantes dormideros.
En cuanto a paseriformes pueden observarse lavandera blanca, bisbita pratense, ruiseñor bastardo, tarabilla común, escribano cerillo, zorzal charlo, verderón común y, como todos los años en estas fechas grandes agrupaciones de estornino pinto y negro, formando impresionantes dormideros.
Raquel Moraza, vecina de Atapuerca, nos envía una foto sacada por Quique de Agés en la que se aprecia una de estas maravillosas nubes de chicle que forman los estorninos cuando se agrupan al anochecer antes de buscar refugio en su dormidero.
Otra especie que se está dejando ver mientras atraviesa el cielo en grandes formaciones son los ánsares comunes, pasando cientos de ellos día y noche, alegrándonos la vista , el oído y el espíritu.
Francisco Hernán-Sanz el día 13 de Noviembre puede observar un bando de unos 100 ánsar común y 5 avefrías volando hacia el sur.
El día 23 de Noviembre, nuestro amigo José María Ayuela, nos envía algunas fotos de su jornada fría y lluviosa en el humedal.
El día 23 de Noviembre, nuestro amigo José María Ayuela, nos envía algunas fotos de su jornada fría y lluviosa en el humedal.
Con estas fotos podemos comprobar el paso de ánsar común y también un grupo de 5 ejemplares de tarro blanco que José María pudo inmortalizar como vemos en esta instantánea.
Foto: José María Ayuela |
El Domingo día 24 de Noviembre, Santiago Lomas, Javier Otal, Diego Santamaría y yo misma, pasamos la mañana el las Lagunas. El frío intenso, el viento y la lluvia (incluso dentro de los observatorios) no impidieron nuestra visita. Todo se puede combatir con un termo de café caliente y algo de chocolate, como podéis comprobar en esta simpática foto (que me perdonen los inmortalizados)
combatiendo el frío madrugón... |
En el primer observatorio es donde pudimos observar más movimiento durante esta jornada.
Vimos un pequeño grupo de ánade real, alguna focha común, zampullín chico, gallineta común y escuchamos al rascón.
Como ya es costumbre en estas fechas, observamos algún cormorán grande
Entre el carrizo se mueve sin parar emitiendo su peculiar reclamo el pequeño ruiseñor bastardo.
En vuelo pueden verse grupos de avefrías buscando un sitio donde descansar. También con su canto, que siempre me recuerda a los disparos de los videojuegos, pasa volando un grupo de chovas piquirrojas.
En los alrededores de las Lagunas pueden observase escribanos cerillos y palustres, algún zorzal charlo y una especie ya habitual por estas fechas: el alcaudón real meridional,
Foto: José María Ayuela
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En resumen, podemos decir que poco a poco el humedal se va poblando de especies que pasarán aquí el invierno, y cada vez las jornadas ornitológicas se van volviendo más tranquilas, como serán previsiblemente a lo largo de los meses de frío, donde esperamos disfrutar de las sorpresas a las que los temporales del norte nos tienen acostumbrados.
Antes de despedirme, me gustaría recordar en esta entrada a Anja Lund, vecina de Agés, que el otro día me confesó emocionada que todos los años llora al ver pasar los gansos. Pensaba que eso sólo me pasaba a mí... a ver si ahora te convencemos para acompañarnos en alguna de las jornadas de pajareo
Salud y pajareo,
Eva Juarros